domingo, 26 de octubre de 2014

2 X 1

Aún me quedaban restos de un palet y mi propósito era hacer una mesa auxiliar para el sótano, pero no era material suficiente. Recordé que mi cuñado me había comentado que había consequido unas tablas de palets de lujo que venían lijadas y relucientes, y que se proponía hacer una mesa para su sótano. Tenía más material del que iba a necesitar así que dejo caer que si le sobraba algo me lo podía quedar. Como yo sabía que si tenía que esperar a que él hiciera su mesa, esto sería más o menos cuando las ranas criaran pelo en el sobaco, y yo tenía algo más de urgencia, pensé que sería mejor echarle una mano así que realicé una incursión en su sótano digna de los más avezados SEALs  y le cogí prestadas las tablas que celosamente guardaba (Mío, mi tesoooro...).

En primer lugar, y ejerciendo Mi derecho de pernada, construí Mi mesa, . Monté cuatro tacos de palet en la parte inferior de una balda de estantería (de ahí la forma rectangular final de la mesa, no es por que estuviera planificado, lo mío es improvisar y lo demás tontería) a la que atornillé cuatro soportes de baldas que tenía en el trastero en la parte superior, y sobre éstos fijé un tablero que construí uniendo tablas de palet. Barajé dejarla en crudo pero finalmente pinté de blanco la parte superior para dar mayor luminosidad ya que está en el sótano, atornillé unas ruedas (es el único gasto que realicé) a los tacos y listo, una práctica mesa con una práctica balda de almacenaje en la parte inferior para las partidas de los jueves y demás reuniones nocturnas (de ahí la urgencia).



El estado actual es fruto del paso de los ejercitos del risk, las cuádrigas del Ave Cesar, los caballeros de El Grande y sobre todo de los amigos de mi hija (he contado hasta cuatro sentados a la vez), pero aún se mantiene en perfecto estado de revista.


Con las tablas de los palets de lujo hice otro tablero, en esta ocasión cuadrado, por que sabía que era lo que querían mis cuñados. Monté cuatro pequeñas patas uniendo nuevamente tacos de palet, de dos en dos esta vez para que tuviera más altura, y le atornillé unas ruedas que ellos habían comprado. Pintura marrón, de la que les sobró de pintar algunas paredes de su sótano para que hiciera juego en el conjunto, y a correr... Una mesa a cambio de un par de tablas, creo que salieron ganando.

 




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